La paciencia es muy importante y necesaria para mantener el equilibrio físico y mental. Nos ayuda a sobrellevar mejor cualquier contratiempo o dificultad.
La persona paciente afronta la vida de una manera optimista, tranquila y siempre en busca de armonía.
Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero en primer lugar, con uno mismo.
Es fundamental sobre todo, para aquellas personas que tienen algún problema de salud, porque evita que se agraven más sus síntomas por el estrés, la irritabilidad, la ansiedad, etc.
Cuando conseguimos conservar la calma, podemos tener mayor sensación de control, nos ayuda a pensar mejor y a encontrar soluciones más efectivas, también conseguimos ser más felices. Esto hace que se confíe en el futuro, y se disfrute más del presente y de la vida.
Los enemigos de la paciencia son las prisas, la impaciencia, la irritabilidad, el estrés, la ansiedad... todas aquellas emociones que nos alteran y puedan robar la tranquilidad. Aprender a controlarlas, nos ayudara a recuperar o a mejorar nuestra salud.
Cuando perseguimos una meta impacientemente, nuestra respiración se acelera y se entrecorta, nuestros movimientos son imprecisos y nuestros pensamientos quedan fuera de control. Al correr de aquí para allá podemos cometer demasiados errores.
La impaciencia debilita tanto el cuerpo como la mente. Por eso hay que tomarse enserio este asunto. No ganamos nada y podemos perderlo todo, porque al fin y al cabo, ¿hay algo más valioso que la salud? .Y si por circunstancias ya si la tenemos debilitada, terminar de perderla es un lujo que no nos podemos permitir.
Ej.: En un atasco, o en otra circunstancia estresante, de que nos sirve atacarnos de los nervios, gritar como un poses@, irritarnos, impacientarnos... no conseguiremos que se resuelva, lo único que estamos es contribuyendo al ambiente de crispación y malestar general. Aparte de estresarnos, y poner en peligro nuestra salud, al llegar a casa en ese estado, tenemos todas las papeletas de meter la pata, pagándola con quien menos se lo merece, nuestra familia. La próxima vez que os encontréis en una situación que os pueda alterar, pensar lo importante que es guardar la calma, respiráis profundamente, contáis hasta diez si es necesario o más, si podéis poner música la ponéis e intentáis desconectar...
En fin, reflexionemos almenos para ser concientes de ello y poder cambiar estos hábitos tan nocivos para la salud.
La sabiduría popular afirma que la paciencia es el arte de saber esperar.
¿Cómo puedo recuperar la paciencia?
-
Aprender y practicar la relajación. Al estar mas tranquil@s se ve la vida de otra óptica mas positiva. Es conveniente hacerlo a diario.
-
Aprendiendo a respirar correctamente. Normalmente, sobretodo las mujeres solemos hacer una reparación clavicular, en la que la sangre se oxigena poco y el corazón tiene que latir mas veces. Esto hace que resulte más complicado controlar la ansiedad. Sin embargo si la cambiamos por la respiración abdominal, el aporte de oxigeno será mayor y conseguiremos controlar mejor los síntomas del estrés, ansiedad, etc.
La respiración abdominal consiste en: inspirar por la nariz lentamente, mientras observas como sube la zona abdominal, puedes poner una mano en esta zona para ser más consciente del movimiento. No la fuerces, llénala respetando su limite natural. Reten durante unos segundos el aire dentro y después expúlsalo por la nariz lentamente. Repítelo durante el tiempo que estimes conveniente.
-
Reduce tu actividad y dedícate tiempo para poder disfrutar de ti y de tu entorno.
-
Centra tu atención en los pequeños placeres de la vida, saborear un café, disfruta de una apuesta de sol... etc.
-
Intenta en la medida de lo posible, no estar tan pendiente del reloj. Si te lo puedes quitar mejor que mejor.
-
Ante los problemas soluciones. No te enganches al dolor o a los problemas, no te identifiques con ellos. Confía en que todo se solucionara, tarde o temprano de la mejor forma.
-
Las cosas ocurren por algún motivo, aunque no lo entendamos. Normalmente ocurren para enseñarnos algo. Presta atención a ver que quieren enseñarte.
-
Miedos o preocupaciones por el futuro. Son innecesarias y traen consigo mucho sufrimiento. Cuando se presenten ya nos ocuparemos de ellos. Antes no solucionaremos nada. Y si no tiene solución, para que nos vamos a preocupar.
-
Salir con tiempo de casa y reducir el paso. El andar rápido, elevan nuestros niveles de ansiedad.
-
Intenta lucir tu sonrisa, todo lo que puedas, reduce el estrés y puedes alegrarle la vida a las personas de tu entorno.
-
El humor es saludable y la mejor medicina. Si te tomas la vida con humor, todo es más llevadero.
-
No te tomes las ofensas como algo personal, posiblemente la persona que te arremete, no tiene nada en contra tuya, solo se desahoga contigo. Es con él/ ella o mism@ con quien tiene su malestar.
-
Dos no se pelean si uno no quiere. Evita discutir acaloradamente, te alteras y no sale nada productivo de ello. Solo sirve para hacerte sentir mal. Si alguien te grita, o te eleva la voz, coméntale a esa persona que hablaras cuando se calme, en esas condiciones No y mantente en esa postura.
Para entenderse no hay que elevar la voz.
Respeta a los demás y hazte respetar.
-
Aleja de ti las autocríticas, críticas hacia otras personas o cotilleos. Son negativas, y pueden hacer mucho daño.
-
Intentemos no juzgarnos y no juzgar a los demás. Todos lo intentamos hacer lo mejor que podemos, dadas nuestras circunstancias. Moléstate en conocer a los demás antes de juzgar.
-
Que el que dirán no te impida disfrutar de la vida. Que digan lo que quieran ese problemas de ellos. Tienen derecho a opinar aunque a nosotros no nos guste lo que opinen o no estemos de acuerdo.
-
Cada persona es única y especial, no podemos compararnos porque somos distintos y sólo se pueden compara dos cosas iguales.
-
Come despacio, saborea la comida, mastícala bien, tomate tu tiempo. Esto nos ayudara a bajar el ritmo, a disfrutar más y a ser más consciente de lo afortunado que somos por poder hacerlo.
-
El pasado quedo atrás, saca el aprendizaje que puedas, pero que no te amargue la existencia, lo pasado, pasado está. Y paso para hacernos más fuerte y para enseñarnos habilidades y conocimientos que no teníamos.
-
Por sentirte culpable, ni vas a ser más bueno ni más malo, solo te vas a amargar la vida. Perdónate y perdona a los demás. No pudiste hacerlo mejor, ellos tampoco. Aprende de ello y sigue adelante.
-
No sufras por los errores, acepta que es normal equivocarse y se comprométete a intentar enmendarlo, si no puedes que te sirva de lección para la próxima vez no volver a cometerlo.
-
Siéntete agradecid@ por lo afortunad@s que somos, tenemos agua potable, luz, comida, ropa, personas que nos quieren, paisajes preciosos y muchas más cosas de las que pensamos. No te centres en lo que no tienes y da las gracias por lo que recibimos todos los días y no somos conscientes de ellos.
Leave a comment